La prevención siempre es el mejor remedio para cualquier problema o enfermedad que afecta a nuestros dientes. Cuando se trata de la gingivitis o periodontitis, no acudir al dentista para un tratamiento de periodoncia a tiempo puede suponer la pérdida de un diente y, consecuentemente, la necesidad de un implante dental. Para evitar este extremo, debemos cuidar nuestros dientes y encías cada día.
- Por antecedentes familiares o por contagio por nuestra pareja, podemos ser más propensos a acumular bacterias en nuestras encías. Si alguien de nuestro entorno ha necesitado una periodoncia, deberíamos acudir rápidamente al dentista para una revisión.
- Si notamos sangrado de las encías, movilidad de los dientes, hipersensibilidad o mal aliento, probablemente padecemos de gingivitis o periodontitis, por lo que hay que acudir al dentista.
- Debemos mantener una higiene dental personal diaria, además de realizar limpiezas periódicas en el dentista.
